domingo, 21 de diciembre de 2014

Por qué con la edad uno hace cosas innecesarias.

Ni siquiera tengo tanta edad.
Ni siquiera es una analogías con cosas sucedidas hace diez o quince años. No.
Pienso como eran las cosas cuando tenía 18 años.

Cuando tenía 18, partí con mi primera carrera universitaria, carreteaba igual piola, no mucho, a veces poco, dependía de los exámenes y eso.
Jamás nunca salí con taco a una discoteque -sé que decir "jamás nunca" es una redundancia pero suena más exagerado así-, nunca me puse pestañas postizas, nunca diferencié perfumes para salir, para el diario vivir, o para juntarme con un onvre. Nunca pagué entrada para ir a algún lugar, no gastaba más de 5 lucas en una salida, no me importaba el bajón después de carretear, nunca me había fumado un pito, me sigue dando miedo la droga dura, pero no la gente que la consume -que ahora sé, es mucha-. No me daba cosa quedarme sola con mi primo. Nunca apagué tele, nunca me había tenido que llevar a cuestas a alguien con coma etílico, nunca había tenido serso casual, no me daba miedo la vida, pensaba que haría todo bien, en un tiempo record, a la perfección y me quedaría tiempo para todo.
No era tan resentida socialmente, era prejuiciosa -más aún-, tenía ideas weonas.

Aunque me gustara más el antes, el ahora es ahora y estoy cagá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario