viernes, 20 de marzo de 2015

La primera entrada del 2015: atrasada y medio triste.

Hace un par de días me sucede que encuentro demasiado atractivos a algunos de mis compañeros, comencé a pensar que tenía un problema por la variación de gustos, por la espontaneídad y la buena charla, por el ambiente festivalero que se vive cuando uno es mechón (mechona de nuevo jesús), pero no, el motivo que me aqueja es uno que me costó reconocerme a mi misma, pues no pensé que me pasaría, ya que viví antes un periodo similar y no me pasó. El tema es, señores contertulios, es que me falta cachita.
La cachita desapareció de mi vida desde aquel ser sobre el cual escribí previamente (el ojos de pasto), desde ahí que el ojito de papa no se digna a visitar a mi mimí, lo que me tiene deprimida, y sintiendo que estoy usando el anillo sin sacarle el máximo provecho.
Y no es que necesite un hombre que me quiera, mientras no aparezca alguien cul no sentiré una opresión en el alma, pero no es lo mismo esto que tener serso con alguno, ojalá bueno, ojalá entretenido y sin pasarse a rollos.
Pero yo me había prometido a mi misma que no tendría relaciones fugaces con gente pobre no more, porque la gente pobre es weona y al final a pesar de que no tienes como entuertos, las weás si terminan de maneras indecentes y se siente como que te bajaste de nivel tú misma al meterte con tal esquinclo baboso.
Lo bonito si, es que no me siento presionada a la depileichon más que por mi propia autoestima /o/

No hay comentarios:

Publicar un comentario